Queridos Reyes Magos:
Hace muchos, muchos años que no os escribo, y menos desde un lugar público como éste. Antes, cuando os escribía lo hacía a escondidas, en secreto. Metía mi carta de deseos en un sobre en el que ponía vuestra dirección (Señores Reyes Magos - Oriente) y la metía en un buzón de correos, con la esperanza de que ese año iba a tener la cocinita con ollas y sartenes, tan deseada y nunca conseguida.
Este año he recordado mis cartas, quizás porque en los medios de comunicación se están repitiendo los deseos manifestados por personas que, como yo, quizás tenían esos trozos de su historia olvidadas. Y es que este año parece que viene diferente. Es un año que entra amenazante y andamos acojonados con tánta crisis real y anunciada. Pero, ¿por qué será que nos acordemos de vosotros? ¿Será porque tememos que con la que está cayendo en Oriente os encontréis también vosotros bajo las ruínas de algún edificio? ¿Será que si os conjuramos tenemos la sensación de salvaros la vida y con ellas a nuestros propios deseos?
Sea por lo que sea, este año me apetece escribiros de nuevo, reyes míos. Mi preferido era el blanco, No por nada, pues nunca he vivido el racismo en mi entorno, sino porque me seducía tu preciosa barba blanca, Melchor. Cosas de niñas. Bien ahí van mis deseos:
- Para mi perrito que se cure
- Para mis hijos quiero que sigan sanos y sean un poco más felices
- Para mi querido tío, que no sufra en sus últimos días.
- Para mí, vivir la realidad con filosofía y buen humor
- Para los gobernantes, mucha más cordura
- Para los ciudadanos, líbre albedrío para decidir
- Para el mundo, mucha justicia
- Para los niños, para todos los niños, presente y futuro
Y PAZ, Y COMIDA, Y JUGUETES, Y.......
¡Ah! y para vosotros que Israel y Palestina se pongan a dialogar de verdad y se acaben para siempre las matanzas.
Espero no haber abusado demasiado de vosotros, pero tened en cuenta que llevo 50 años sin escribiros y que os habéis ahorrado todo lo de estos años.
Gracias de antemano y un abrazo para cada uno. Para Melchor también un besito.
Hoy solo firmaré Dona
Hace muchos, muchos años que no os escribo, y menos desde un lugar público como éste. Antes, cuando os escribía lo hacía a escondidas, en secreto. Metía mi carta de deseos en un sobre en el que ponía vuestra dirección (Señores Reyes Magos - Oriente) y la metía en un buzón de correos, con la esperanza de que ese año iba a tener la cocinita con ollas y sartenes, tan deseada y nunca conseguida.
Este año he recordado mis cartas, quizás porque en los medios de comunicación se están repitiendo los deseos manifestados por personas que, como yo, quizás tenían esos trozos de su historia olvidadas. Y es que este año parece que viene diferente. Es un año que entra amenazante y andamos acojonados con tánta crisis real y anunciada. Pero, ¿por qué será que nos acordemos de vosotros? ¿Será porque tememos que con la que está cayendo en Oriente os encontréis también vosotros bajo las ruínas de algún edificio? ¿Será que si os conjuramos tenemos la sensación de salvaros la vida y con ellas a nuestros propios deseos?
Sea por lo que sea, este año me apetece escribiros de nuevo, reyes míos. Mi preferido era el blanco, No por nada, pues nunca he vivido el racismo en mi entorno, sino porque me seducía tu preciosa barba blanca, Melchor. Cosas de niñas. Bien ahí van mis deseos:
- Para mi perrito que se cure
- Para mis hijos quiero que sigan sanos y sean un poco más felices
- Para mi querido tío, que no sufra en sus últimos días.
- Para mí, vivir la realidad con filosofía y buen humor
- Para los gobernantes, mucha más cordura
- Para los ciudadanos, líbre albedrío para decidir
- Para el mundo, mucha justicia
- Para los niños, para todos los niños, presente y futuro
Y PAZ, Y COMIDA, Y JUGUETES, Y.......
¡Ah! y para vosotros que Israel y Palestina se pongan a dialogar de verdad y se acaben para siempre las matanzas.
Espero no haber abusado demasiado de vosotros, pero tened en cuenta que llevo 50 años sin escribiros y que os habéis ahorrado todo lo de estos años.
Gracias de antemano y un abrazo para cada uno. Para Melchor también un besito.
Hoy solo firmaré Dona
pero vosotros ya me conocéis.
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