Esperas y mientras, la mente
se entretiene por caminos andados
y descubres, a veces con espanto
lo que te pasó por alto.
Esperas y mientras, juegas a descubrir
figuras en el suelo, fantasmas, arcángeles
flores o aquella mancha
que olvidó la fregona.
Esperas, y tus ojos escudriñan solapas de libros
usados, más que leídos. Ojeas alguno y tropiezan
con aquella frase, aroma de flor prensada
rimas de tus quince años
Esperas, y por no acabar la paciencia
piensas en lo aprovechado de la espera
todo para consolate
de que él... de que ella..... no llega.
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